¿Cómo podría existir un estómago tan grande que fuese capaz de tragarse y digerir al organismo a que pertenece?

¿Como podría existir un hombre, un ser en general, que fuese capaz de concebirse a si mismo?

La rosa sólo sabe del sol que la besa, pero no de las raíces de que nació.

Toda llama acaba en cenizas; pero la inteligencia es aficionada a juzgar al fuego que animaba el ser con arreglo a la ceniza que al fin le sofocó.

Todas las demás artes, las sabes cuando te son ya fáciles; la de escribir, sólo cuando empieza a serte difícil.

El que quiera o la que quiera conocer a los hombres, que estudie los fundamentos de sus excusas.

Un puñado de polvo, por el que se arrastran gusanos que le dan apariencias de vida: tal son la mayoría de los hombres.

Toda la vida es una tentativa fracasada del individuo para alcanzar una forma: se salta incesantemente de una a otra, y todas se encuentran demasiado angostas o demasiado anchas, hasta que nos cansamos de la experiencia y nos dejamos ahogar o desparramar en la última.

El individuo no puede ponerse en frente del mundo sin cambiar su pequeño derecho, es una gran injusticia.

La envidia apunta siempre a lo que se tiene, no a lo que se es.

La humanidad tiene siempre un jefe supremo, pero… ¡que pocas veces conoce a su rey!

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