Este que toca lleva dentro un huésped infantil
que a veces juega a ponerse una ternura junto al pecho.
Este que toca tiene amigos, una madre, y un
retrato arrugado de tiempo en el bolsillo.
Sabe de versos y cantares, y se encuentra en el
fondo de si mismo una voz triste que le cuenta
que nadie le dará lo que ha perdido.
Me conocen los débiles, los vencidos, aquellos
que regresan a su infancia cuando tienen una
tristeza a punto de suicidio.