¡CABALLO BLANCO ANDALUZ!

Caballo blanco, blanco lienzo, caballo blanco en su música, caballo blanco Andaluz.

¿ Como le explico yo que su sangre es la inquietud y sabe de fantasía?

Por eso está aquí el Pintor que ha venido de Jerez para impregnar en el lienzo toda su melancolía.

Por eso me encuentro aquí, para decir con mis manos que nuestro caballo Andaluz es el único en sentir lo blanco de mi alegría.

Y también lleva el dolor en la grupa de su alma como lo lleva el Pintor cuando siente la agonía

Y a ese galope blanco, blanco caballo Andaluz le diré con mi Piano…¡Soy Felipe Campuzano! tu caballero Andaluz, que en el blanco del teclado siente lo que sientes tú, caballo de Andalucía.

Esta noche aquí en Marbella, el Músico y el Pintor que se llaman Paco Toro y Felipe Campuzano, se olvidarán del albero.

El no es toro de embestir, ni yo soy el pasodoble.

El es Lienzo y es Pincel para pintar con embrujo lo que sale del Piano.

Y yo sin saber lo que hacer, tanto Paco como yo nunca podremos decir ni tampoco imaginar como se puede pintar y como se puede tocar el sentir de Andalucía.

Y tu no te alargues tanto.. ¡CAMPUZANO DE SALINAS!

¡Empieza a tocar! ¡Galopa!

Decid los dos con orgullo que para ser Andaluz hay que tener tres virtudes:

Saber pintar en el arte.

Tocar con el sentimiento.

Y decir soy Andaluz.

Que sin pintar ni tocar, hay que decir con pasión y decir con humildad:

¡SI ESTA EL CABALLO ANDALUZ,

ES QUE EXISTE ANDALUCÍA!

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