Queridos Paisanos
Si en el fondo del alma de cualquier gaditano se buscara lo que verdaderamente tiene, siempre encontraría su dolor disfrazado de Carnaval.
Si en el fondo del alma de cualquier gaditano se le preguntara a que Club pertenece aunque no esté afiliado a él, seguro te respondería que pertenece al Club Caleta.
Si en el fondo del alma de la Caleta se buscara a un Músico, seguro que saldría Felipe Campuzano.
Pero si se le preguntara a ese Músico Caletero lo que lleva en su alma, seguro que encontrariais un Poseidón hundido deseando salir a flote, para decirle al mundo entero: yo tuve el privilegio de tocar en ésta orilla encima de las olas.
Yo llegué a hacer Las Salinas como músico, porque antes aprendí a vender caballas en la Cruz Verde.
Yo llegué acomponer Inquietudes, porque nosotros los gaditanos somos una quietud que buscamos nuestro destino inquietándonos.
Yo pensé en Melancolías, porque la Melancolía és una tristeza que nos hace ser elegantes hacia los demás.
Yo puse en mi piano Fronteras, porque no hay nada más grande que seguir con las fronteras entre barrios que nos sigue haciendo pueblo.
Yo que nunca pensé lo que pude hacer, inmortalizé con música ésta Caleta donde sólo aquí, la mar la viste diariamente en su pregón saltándose la jurisdicción de las arenas.
Y yo que sigo vivo a 200 Kms de distamcia, diariamente en mi nostalgia siento que soy un músico del Atlántico y no del Mediterráneo.
Por eso amigo Rafael Carreira, la vida te quita cuando menos te lo esperas todo aquello que tu piensas que quieres y necesitas, pero no te lo quita todo, como todo no me lo quitaron a mí.
Todavía tenemos la misma orilla y tenemos amigos de nuestra Caleta del alma.
Tenemos a Cádiz para amarla y defenderla.
Y todavía tienes a éste Músico que sigue siendo el mismo que salió de aquí y de éste Club, por la Gracia de Dios.