Nació de una orilla ayá en la Caleta
un blanco teclado,
sin saber que el tiempo le íba a dar gloria
como universal.
Fué “Manuel de Falla” quién dejó desierto
en un pentagrama
y se rellenara con notas de sál.
Pues el “Amor Brujo” es como una danza
converida en fuego
y hasta el caletero apaga sus ansias
por un despertar,
Cádiz sigue vivo y sabe quedarse
entre blanco y negro
y un Piano llora
muy cerca del mar.
Yo se..
que hay que ser sencillo
cuando se menciona
siempre a La Caleta,
y ver
que en el horizonte
sus manos se llevan
un trozo de sál.
Y así..
éste Campuzano
que mete sus manos
en la límpia poza
siempre pensará
que sólo la gloria
puede ser su historia
en la humanidad.