El capote fué tu cielo en Las Ventas de Madrid,
y tu muleta fué sangre, sangre del arte en parir.
Y te pusieron así La Maleni que tu llevas, la madre en arte y amor, la que baila en las estrellas, la que siente tu dolor cuando estás en las arenas.
Tu padre generación en el arte del decir que no se puede mentir pa torear con dolor.
Por eso hermano pequeño, quiero tocar y decirte que cuides de mi Pelón que fué mi banderillero, y que quiso ser torero en su ruedo de ilusión.
En el ruedo del albero y en la Plaza de Madrid, yo ví llorar al Torero.