Por D. Francisco J. Fernandez-Pro Ledesma.
Écija, 28 de Octubre de 2201.
Ilustrísimo Señor Alcalde, dignísimas autoridades, señoras y señores:
Es para mí, no sólo un placer, sino una obligación inherente al convencimiento personal y colectivo que anima a las asociaciones culturales y a las personas que las integramos, responder a la invitación del Excelentísimo Ayuntamiento de Écija para manifestar hoy, aquí, nuestra unánime alegría por la celebración de este acto.
El Movimiento Cultural, tan implantado en Écija, ha querido siempre-como uno de sus objetivos prioritarios-rescatar del olvido-, recuperar y reconocer a todos aquellos ecijanos-de nacimiento, de adopción o de nostalgias- que, con su esfuerzo, con su obra, hicieron posible este largo Puente que es la Historia nuestra, por el que transita la común Identidad que poseemos y que viene a unir el Pasado que tuvimos (lleno de claroscuros y de cosas entrañables) con el Futuro que queremos y que debemos construir entre todos.
Es nuestra Historia. La única que tenemos. La que nos hace ser exactamente lo que somos. La que fué escrita entre todos y de la que, si podemos sentirnos orgullosos, es porque algunos supieron darle lo mejor que tenían.
Es bueno que seamos justos. Es bueno que reconozcamos y recordemos a los mejores. Es bueno que estemos hoy aquí todos nosotros, compartiendo este criterio, corresponsables de esta Justicia.
Esre rincón de nuestra Ciudad se convertirá a partir de hoy-ante los que ya somos y ante los que estén por venir-, en el mejor fedatario de que D. Felipe Campuzano no sólo es el nombre de un gaditano Ilustre, sino el Espíritu habitado por la sensibilidad de los Campuzanos de Écija, por la sangre caliente y revoltosa de los hombres de este Sur de entre-torres, por el latido acompasado que, con aires de Caleta, podía sonar también a bronce de Santa Cruz si es que acaso ensoñaba las piedras de la calle Luna o los brazos de su abuela Carmen… Porque el Espíritu de un hombre vive de todas sus verdades, y en el de D. Felipe Campuzano habitan muchas realidades que son de esta tierra: quizas porque su padre, Rafael, lo inició en la armonía hablándole del Cristo de la Salud al compás del viento, o quizas porque la Virgen de nuestro Valle y aquella que allí llaman “la Galeona” fueron la misma Reina en la fé de su Cuna… Quizá sea por eso que, para su Espíritu, resulte fácil sentirse gaditano y ecijano al mismo tiempo.
Felipe, ese Espíritu compartido es el que late en ti desde los siglos y que tú presientes: ese que mezcló la torre con la Caleta y “la caló con el Océano; ese Espíritu que, como el de Federico a traves del Arte supo ser y manifestarse puramente andalúz y, después universalizarse con toda sensualidad mítica y atávica, sin concesión alguna al tipismo o la escaramuza; ese Espíritu, el tuyo Felipe, es el que hoy exaltamos y el que queremos preservar y mantener…. y por eso aquí lo convertimos, unánimemente, en un poco más Écija y en un poco más Nosotros.
BIENVENIDO A NUESTRA HISTORIA.