Con la más sencilla humildad de ésta rubia astigitana me quiero dirigir al Maestro, el creador de los sueños.
Ecijana de nacimiento y Campuzana de sentimientos, así soy yó, Sofía Rivera Carmona, y a quién mejor sino a tí, a ese astro de la naturaleza a D. Felipe Campuzano puedo dirigir unas sencillas pero profundas palabras. Es eterno mi agradecimiento por ese empuje que me has dado. Pero ante todo quiero agradecerte el ser la única persona capaz de descubrir esa mágia que llevo dentro, una mágia que sea como sea, Diós ha querido que tu sobrina de primos hermanos lleve en sus venas. Hay que ver que misteriosa es la vida. Sólo tú Felipe, mi Maestro espectacular, mi Maestro del arte, que eres el único que me ha sabido comprender.
He presumido siempre mucho y muy orgullosa me he sentido de haberme criado en una familia en la que las notas musicales nunca han faltado. Y ya no sólo notas sino el contar con un tío dotado de la gran capacidad de reunirlas de tal forma que ha sabido dar a lúz a majestuosas obras cargadas de sentimientos, de esos que tú mejor que nadie sabes llevar dentro.
Una vida diferente propia de un artista como tú dio lugar a que no pudiera acercarme tanto a ti durante mis primeros veinte años, pero Diós estaba arriba, Diós o una magna y cósmica fuerza que remueve las almas, porque en algo supremo hay que apoyarse pero, de forma determinada quién sabe en qué; pero bueno dejémoslo en que esa mágica fortaleza me ha hecho luchar en la vida por llegar a conseguir, saltando bastantes vallas, el poder expresar lo que siento y poder remover-como tú dices-los sentimientos de los Campuzanos.
Eres único y natural y hay que saber darte lugar. Ante todo sencillo y sentimental y a la vez especial porque has sabido llevar por bandera y por el mundo entero un apellido cargado de disciplina y temperamento.
Campuzano es un apellido que una saga entera lleva inscrito pero quien de verdad ha sabido reunir las mejores piecesitas de cada uno de ellos, ese has sido tú impulsado como nó, por tu padre, mi tío, quien supo descubrir las facultades de un pillín gaditano y embarcarte hacia el papel pautado.
Y despues fuistes tú, el gran genio, quien supiste llegar hasta arriba y demostrarle al mundo entero lo que vale la Música, la Música que con poderío y grandeza supiste sacar de tu cabeza donde tienes toda una enciclopedia de la vida cargada de tomos musicales.
Ole tú, ¡Viva tu pare y la mare que te parió!. Y viva la mía tambien quien con sus pequeñas y grandes inquietudes supo criar a esta rubia apegada a los “Campuzano” y hablandome mucho de tí, y de los vuestros, he llegado a sentirme Campuzana por los cuatro costados, porque ella te conoce de verdad, sabe como eres, por eso un día híce caso a esa voz potente que con fuerza me empujaba hacia tí y sabía hacia donde me dirigía, hacia un gran corazón, hacia el que muy pocos tuvieron dos pares para acercarse. ¡Que mejor que llamar a las puertas de un todopoderoso, y de un todo amor y sentimientos!. Me embrujó tu mirada aquel quince de Julio cuando llamé a tu puerta y me abriste tu corazón.
Fué un sentimiento mu grande y extraño el que removió mis entrañas aquel domingo en tu casa. No sé por qué pero me sentí y me siento muy identificada contigo. Parece ser que esa estrella fugáz que te iluminó al nacer dejó caer una pequeña chispa en tu prima ecijana, en otra loca como suelen decir aquellos que no entienden el arte ni a los grandes genios artistas como tú.
Pero bueno aquí me tienes aplaudiéndote y alabando esa sabiduría que te ha llevado a ser quien eres, te entiendo Señor artista, aunque nos hayamos visto poco, te conozco y he sabido recibir tu mensaje, aunque bien es cierto que me puedes enseñar mucho porque en la vida eres una fuente de inspiración. ¡Gracias Maestro!.
Bueno ya sabes lo que pienso o mejor dicho lo que sale de mi corazón hacia ti sin ningún tipo de hopocresía, cosa que yo creo me notaste en el primer momento en que me mirastes a los ojos. Le echo dos pares al asunto pero la bondad que llevo dentro a veces me hace ser tonta. Por eso te agradezco todo lo que te agradezco, por que me haces ver las cosas de otra forma y llenarme cada día más de coraje y fuerza para deslumbrar en esta vida loca.
El dia dos te espero con los brazos abiertos y quedará anotado en el diario de mi corazón ese primer empujoncito que me dió mi Maestro Felipe Campuzano. Las coincidencias de la vida harán que una vez que termine el espectáculo esta “Virgo” ecijana comience una nueva década de su vida al lado de mis seres queridos homenajeando a mis Campuzanos. Serás tú Felipe quien cerrará este homenaje abriendo el tres de Septiembre una etapa especial en Sofía Rivera Carmona estrenando mis veintiun años.
Con mis mejores deseos espero disfrutes tanto como yo lo haré en un inolvidable cumpleaños que celebraremos juntos una vez estén homenajeados y elogiados esos que nosotros sabemos que se lo merecen de verdad.
Me gustaria terminar esta carta de la misma forma que termino el texto que aparece en el díptico..¡Gritemos fuerte Felipe!:
¡Va por ellos, por los ángeles del arte!