Tú eres aquel paisaje
que yo recorrí estremecido.
Me sé tus montes
de memoria, el curso
entero de tu río.
Yo me deslicé en tí
como gota de lluvia
sobre un vidrio.
Como eco de ola, viajando
sobre mi piel, casi perdido.
Después no sé qie viento
enigmático, te hízo niebla en mi camino.