Dos manos que se entreabren
para guardar una perla.
Ese es el nombre de Cádiz
cuando a Zaragoza llega.
Dos manos que son la concha
donde se guarda un Rosal
deshojado en Zaragoza
ante el sagrado Pilar.
Perla y concha, mano y flor,
mucho más te lleva Cádiz
que su brisa es oración
cantada por nuestros mares.
Con una rosa en la mano,
Cádiz se acerca al Pilar
engarzando su Rosario,
en plata de su metal.
Con dos cirios encendidos
luminarias de su fe:
con las luces del martirio
de sus Santos, quiere hacer
ante el Pilar una guardia;
rendir allí su Bandera
con una consigna…¡ESPAÑA!.
Y mientras que el Pilar besa
decirla a la Pilarica
una copla de esta tierra:
que la copla está bendita
cuando el que la canta reza.
“Porque no fueras francesa
Cádiz antaño luchó.
¡Capitana aragonesa
Cádiz tu insignia bordó
ganando la Independencia!