Yo tengo un mundo de ternura,
donde nació todo mi sentimiento
mi corazón en música y poesía
se pierde alucinado entre su acento.
Se llama Esther, mi mundo de ternura,
se llama Esther, mi voz mi pensamiento,
quiero morir sabiendo que en mi pecho,
su nombre llevo escrito todavía.
Quiero morir así, por si algín día,
tal vez el mar, o alguna vez el viento,
digan al mundo, que tú fuistes en mi vida,
todo el Amor de un corazón que ha muerto