Niña de algodón y menta con la lúz de un cielo amanecido dibujado en tu mirada, y un pálpito angelical prendido en tu leve voz de colegiala.
Niña que jugando inventas plazoletas de agua.
¡Por tí, quisieron tener nombre los colores!.
¡Por tí, caprichos tiene el aire!.
¡Por tí, estrena el mar azules recien nacidos en la última ola de la tarde!.
¡Y por tí, quisiera volcar mi corazón en esta partitura errante!