A FELIPE CAMPUZANO
Tienen los duendes gitanos
en un joven gaditano,
un no sé qué en el piano
con un don y un señorío
que hace perder el sentío
a entendíos y profanos.
La Caleta fue su cuna
y el mar su gran melodía,
manantial de poesía
inspiración, fantasía
un mundo de algarabía
sonido, lúz y armonía.
Fantasmas en su cerebro
borrachos de sal y espumas
en un levante de rimas
desafiando las brumas.
Fibras sensibles que tejen
con aires de revoleras
en el joven pentagrama
mil arañas volanderas.
Fenicio de pié a cabeza
experto en mar y levante
cuando su piano habla
no hay corazón que se aguante.
Todo se entrega al momento
para escuchar su piano
todo lo abarca su mano,
nubes, noches, luna, sol
suspiros, quejíos, llantos
arte, don, duende gitano
todo lo abarca su mano.
Unos dedos…Un piano…
y un nombre:
FELIPE CAMPUZANO.-
DEDICATORIA
A mi amigo de la infancia y de correrias…
Un abrazo
PEDRO ROMERO.