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Bienvenidos al blog de felipe campuzano

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Está la calle hecha un Mar

Ha llovido tanto,¡tanto!
que está la calle hecha un mar.

Al barco de la vitrina
le llega el aire del mar;
qué temblor de singladuras
por la quilla y el compás.

Una mulilla y un carro…
¿tendrán valor de pasar…?
Una mulilla y un carro
tan tranquilos sobre el mar.

Y el barco de la vitrina
siente nostalgia del mar.
¡Ay, si él pudiera romper
la compuerta
de su dique de cristal…!
¡con lo cerca que está el mar…!

Y sueña una travesía
desde Londres a Ceilán.

¡Y está la calle hecha un mar!.

Una mujer, en la orilla,
enseña un cesto vacío
y llora a todo llorar.
Los pescados que llevaba
se le han escapado al mar.

Y el barco de la vitrina.
…¿El barco de la vitrina…?

¡Es natural!
Como llovió tanto, ¡tanto!
que está la calle hecha un mar,
y él llevaba tanto tiempo
tan solo y lejos del mar…
es natural
que el barco de la vitrina…
teniendo tan cerca el mar…
¿Es natural!.

Pero pudo haberlo dicho,
y no romperme el cristal.
Que yo lo hubiera dejado
navegar;
y además de darle adioses,
víveres y capitán,
le hubiera dado una carta
para una niña que tengo
esperándome en Ceilán.
…Y a lo mejor yo también
me hubiera ido a Ceilán.

Mas ya no tiene remedio.
Dios tenga paz con el mar
para que mi barco pueda
cruzar los mares en paz.
Que la rosa de los vientos
le ayude en su navegar.

Y que una tarde de lluvia
llueva tanto, tanto, ¡tanto!
que esté la calle hecha un mar,
para que vuelva a su puerto
el barco, que a estas alturas
Dios sabe hacia dónde irá.

Deseo para mi último día

Quisiera morirme el día
en que ya esté casi muerto
de pura melancolía.

Ponedme el tiempo en el lado
más feliz de la memoria;
allí donde está aquel niño
de mi placeta remota.
Dejádmelo emtre las sienes,
desnudo como las rosas,
con una tarde en los ojos
y una mañana en la boca.

Y en la cabecera
ponedme un jarro de sol
y un vaso de primavera.
Que no me falte una copa,
aunque la muerte sea mucha
y la sed de vivir poca.

Pues pienso que me ha de dar
una gran sed de beberme
de un trago la eternidad.

Djadme los pies desnudos;
no me los calcéis,
porque no pienso moverme
del sitio en que me enterréis.

Dejadme las manos fuera;
en la izquierda un ramo verde
de acacia;
en la derecha un charquito
de agua clara.
Y a ver si la acacia crece
y el agua se multiplica
hasta vestirme los huesos
con una muerte florida.

Y si es posible, plantadme
sobre la tierra del pecho,
un álamo-pozo erguido
de movible encantamiento-.
Por él mi voz y mi sangre
treparán para cantaros,
la sangre resuelta en hojas
y la voz resuelta en pájaros.

Mi memoria está en la lluvia

Mi memoria está en la lluvia;
en la delgada, solemne,
musical y mansa lluvia.

Como hierba agradecida.
mi frente, bajo la lluvia,
clarea, se esponja, brilla,

y a la puerta del recuerdo
salen a mirar la lluvia
las cosas que se me han muerto.

Las cosas mudas y solas,
que estaban medio olvidadas
debajo de la memoria.

Las cosas solas y mudas,
que hoy se asoman a la calle
para llorar con la lluvia.

Felipe Campuzano actuará en la corrida de rejones el día 18 de Octubre en la plaza de toros de Zaragoza

El Pianísta y Compositor Gaditano actuará el día 18 de Octubre en la corrida de rejones que tendrá lugar en la Plaza de Toros de Zaragoza.

El Pianísta improvisará mediamte un piano que estará en el tendido todas la filigranas caballistas que los distintos rejoneadores hagan con sus caballos.

La corrida será de rejoneo y pasión, y será una nueva novedad en el mundo taurino.

La corrida será televisada por Canal Plus.

Contrataciones

Tlfs. 679 382 266 / 952 82 29 45
E-mail: info@felipecampuzano.com

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